domingo, enero 07, 2007

INFLUENCIAS EN VETERINARIA (II)



ENFERMEDADES TRANSMITIDAS POR LOS PECES (MANIPULACION DE ALIMENTOS)



Enfermedades parasitarias por consumo de pescado:

Las ictiozoonosis son las enfermedades transmitidas al ser humano por bacterias, virus y parásitos, a través del consumo de pescado, productos pesqueros y productos de la acuicultura.
Existe una amplia variedad de parásitos que pueden infectar al pescado, pero solo un número relativamente reducido puede causar enfermedad al ser humano. Todos estos parásitos están asociados a factores socioculturales y comportamentales que posibilitan la infección, especialmente el hábito de comer pescado crudo, como el cebiche y el sushi, o pescado insuficientemente cocido. El presente artículo se enfoca en los helmintos (vermes o gusanos), causantes de la mayoría de las ictiozoonosis parasitarias encontradas en América Latina. Los helmintos que causan esas enfermedades forman parte de 3 grupos: trematodos, nematodos y cestodos.


TREMATODOSIS

Son las infecciones causadas por los trematodos (parásitos en forma de hoja vegetal). Según la Organización Mundial de Salud esos parásitos afectan a más de 40 millones de personas, principalmente en los países del Sudeste Asiático. Entre las especies más importantes están los miembros de los géneros Opisthorchis, Clonorchis, Paragonimus, Heterophyies y Metagonimus


Heterofidosis
Estas enfermedades son causadas por trematodos que pertenecen a la familia Heterophyidae. Son parásitos del intestino del hombre. La infección es en general asintomática o presenta síntomas leves, si bien existen especies que son capaces de causar disturbios clínicos más severos.
En un primer brote, los pacientes presentaron síntomas de baja gravedad: flatulencia (66%) y eosinofilia (44%). En una segunda instancia, los síntomas más comunes fueron diarrea, dolores abdominales y adelgazamiento, variando de acuerdo a la susceptibilidad individual de los pacientes.
La Phagicola presenta varios hospederos intermediarios y su hospedador final o definitivo es un mamífero o un ave. Los huevos embrionados son expulsados con las heces del hospedador definitivo y eclosionan cuando son ingeridos por el primer hospedador intermediario, que es siempre un molusco (caracol). La especie de caracol involucrada depende de la región geográfica. En el caracol, el trematodo se desarrolla hasta llegar al estadío de cercaria, las que nadan libres en el agua hasta infectar el segundo hospedador intermediario. Los mugilideos (de la familia Mugilidae), especialmente la lisa (Mugil spp) son los principales peces que sirven como segundo hospedador intermediario de la Phagicola. Las metacercarias de la Phagicola, luego de su penetración en los peces se enquistan en los músculos. Las metacercarias crecen lentamente y cuando un hospedador definitivo (mamífero o ave) adecuado ingiere el pez infectado, se cierra el ciclo vital del parásito. La metacercaria del trematodo puede llegar a parasitar la lisa de ciertas regiones con una incidencia de 100% (Brasil, Venezuela y Estados Unidos).

El diagnóstico en el caso brasileño fue determinado por exámenes cropológicos y el tratamiento con praziquantel resultó exitoso.


NEMATODOSIS


Los nematodos son vermes cilíndricos (parásitos con forma de “spaguetti) que pueden causar graves enfermedades en el hombre. Dentro de las transmitidas por el pescado, están la Gnatostomiasis, la Anisakidosis y la Capilariasis.

Gnatostomiosis
Es una ictiozoonosis emergente en América Latina, que está afectando a un número creciente de personas. El Gnathostoma spinegerum ha sido considerado durante mucho tiempo como la única especie transmisora de la infección al ser humano. En virtud de la distribución de esa especie y de los hábitos alimentarios de la gente, se ha creído que la gnatostomiasis era una enfermedad únicamente existente en Asia, particularmente en Tailandia y Japón. Sin embargo, la presencia de esa enfermedad en Ecuador y México demostró que también existe en América Latina. En la actualidad hay 13 especies de Gnathostoma identificadas, seis en Asia y siete en América Latina.
La gnatostomiasis causa en el hombre erupciones serpiginosas y/o eritemas (enrojecimiento de la piel - alteración de la circulación superficial de la piel) móviles en la piel provocadas por la migración de la larva del parásito. Una migración accidental de la larva, puede llevarla a un órgano vital, por ejemplo el sistema nervioso central, resultando en una enfermedad muy grave o fatal.
Los gusanos adultos del Gnathostoma parasitan el estómago del hospedador definitivo (perros o gatos). Los huevos del parásito en agua dulce se transforman en larvas que son ingeridas por el primer hospedador intermediario – copépodos del género Cyclops. Los copépodos infestados son devorados por el segundo hospedador intermediario, un pez de agua dulce o un anfibio, en el cual la larva del Gnathostoma se desarrolla hasta su tercer estadio. Esta larva puede distribuirse en un gran número de animales (que actúan como hospedadores paraténicos, o sea, aquellos en los cuales el parásito no llega a completar su ciclo) incluidos peces, reptiles, pájaros y roedores, sin desarrollarse a un estadio superior. Cuando el segundo hospedador intermediario un hospedador paraténico es ingerido por un hospedador definitivo, el parásito se torna adulto para completar su ciclo vital. Cuando la larva del Gnathostoma en su tercer estadio es ingerida por el hombre, ella no es capaz de desarrollarse hasta la etapa adulta y, por esta razón, migra a través de los tejidos humanos, preferentemente la piel, dando origen a la llamada “larva migrans”.
La gran mayoría de los pacientes se infecta a través del consumo de pescado de agua dulce crudo, mal cocido, salado o ahumado. Muchas son las especies de peces que pueden actuar como hospedador intermediario del Gnathostoma.
En la actualidad el diagnóstico de la gnastostomiasis es principalmente serológico (ELISA). Para el tratamiento, la medicación preferencial es el albendazol ó ivermectín.

Anisakidosis
Es una infección producida por la larva del nematodo Anisakis simplex (también se relaciona con los nematodos Anisakis spp., Contracaecum osculatum, Pseudoterranova decipiens y Phocanema spp.).
La anisakidosis es una enfermedad del tracto gastrointestinal que puede presentar síntomas muy variables, desde náuseas hasta fuertes dolores abdominales. La patología se presenta con un cuadro clínico de dos tipos. En el síndrome gástrico agudo, sobreviene un fuerte cólico epigástrico, con náuseas y vómitos que se presentan 4 a 6 horas después de la ingestión del pescado infectado. Algunas veces se requiere una intervención quirúrgica, en otros casos la evolución puede ser de hasta 2 años. Cuando se afecta el intestino delgado, ocurre la aparición brusca de náuseas, vómitos, cólicos y fiebre; todo esto en unos 7 días después de la ingestión de las larvas. Adicionalmente, se pueden presentar cuadros alérgicos (anafilaxia), caracterizados por urticaria, angioedema, angioedema facial (hinchazón del rostro), sintomatología gastrointestinal, respiratoria (edema de glotis, broncoconstricción); y, en casos más severos, choque anafiláctico.
Los anisakideos adultos son parásitos de mamíferos acuáticos: ballenas, delfines, marsopas, focas, leones marinos. El ciclo vital exige dos hospedadores intermediarios. El primero de ellos son los crustáceos Euphasideos, que son ingeridos por el segundo hospedador intermediario (peces, cefalópodos). Varias especies pueden participar en esta etapa, dentro de las cuales cabe mencionar: arenque (Clupea harengus), bacalao (Gadus spp.), caballa (Scomber spp.), salmón (Oncorhynchus spp.), mero (Epinephalidae), calamar y muchas otras.
Eventualmente este segundo hospedador intermediario puede ser consumido por otro pez o cefalópodo, en los que también se enquistará la larva del Anisakideo. Cuando un mamífero marino ingiere algún pez o cefalópodo infectado, el ciclo biológico se completa con el desarrollo en el tubo digestivo de aquel.
El hombre actúa como hospedador intermediario de manera accidental, cuando consume la larva infectante enquistada en los tejidos de peces o cefalópodos. Una vez más, la infección es causada por la ingestión de pescado crudo, mal cocido o inadecuadamente salado, ahumado o marinado.
El diagnóstico clínico se basa en la anamnesis (historia del paciente) -donde recalca el consumo de pescado crudo- y en el cuadro clínico con examen endoscópico. Los exámenes serológicos no son concluyentes. El tratamiento para la mayor parte de las infecciones es la remoción quirúrgica de los parásitos.


CESTODOSIS


Son las infecciones causadas por helmintos en forma de cinta, los cestodos. La principal ictiozoonosis parasitaria causada por los cestodos es la difilobotriosis.

Difilobotriosis
Son infecciones intestinales causadas por adultos de ciertas especies de cestodos pertenecientes a la familia Diphyllobothridae, cuyo principal representante es el Diphyllobothrium latum. En la actualidad hay identificadas muchas otras especies patógenas, entre ellas el Diphyllobothrium dendriticum y D. pacificum.
A escala mundial la enfermedad está descrita regularmente, especialmente en Rusia y Japón. Las infecciones humanas parecen estar declinando; sin embargo, en América Latina se registra un aumento de los casos.
En el hombre la mayor parte de las difilobotriasis son asintomáticas, a pesar de su cronicidad y de que el parásito puede alcanzar más de 10 metros de largo y un ancho de
1,5 a 2 cm, y vivir hasta 30 años. En las infecciones sintomáticas el paciente presenta un cuadro de dolor y malestar abdominal, flatulencia, diarrea, vómitos, adelgazamiento. Puede ocurrir anemia megaloblástica por carencia de vitamina B12. Una infección severa puede dar como resultado una obstrucción intestinal o del canal biliar.
El ciclo biológico de éste parásito es complejo y necesita la intervención de varios hospedadores intermediarios. El hospedador definitivo del D. latum es un mamífero piscívoro que puede ser el hombre (también el perro, gato, cerdo, oso, etc.) que contamina las aguas con los huevos del parásito adulto que lleva en su intestino. Estos huevos contienen una pequeña larva o coracidio que infecta el primer hospedero intermediario, un copépodo (artrópodos microscópicos que conforman el zooplancton). Cuando el segundo hospedador intermediario – un pez pequeño – ingiere este copépodo infectado, la larva se desarrolla en plerocercoide. Cuando estos pequeños peces son consumidos por otros de mayor tamaño, transfieren esas larvas a éstos (salmónidos principalmente). Los hospedadores definitivos se infectan cuando consumen pescado que contienen esas larvas en sus tejidos.
Las principales especies de pescado involucradas en la transmisión de estos cestodos son peces de agua dulce (lagos y ríos), principalmente salmónidos (Onchorhynchus spp.). Sin embargo, muchas otras especies pueden infectar al hombre, inclusive de mar.
El diagnóstico de las difilobotriosis se basa en el examen corpológico para la presencia de los huevos del verme. Asimismo pueden observarse “proglótides” (segmentos del cuerpo del parásito) que también son eliminadas con las heces. El tratamiento se hace con praziquantel, pudiendo ser necesaria la administración de vitamina B12 para corrección de la anemia.


¿CÓMO EVITAR ESTAS ICTIOZOONOSIS PARASITARIAS?


El principal mecanismo de prevención es la Educación Sanitaria de la población. Para todas estas ictiozoonosis, la forma más efectiva de evitar la infección es “no consumir pescado crudo, mal cocinado, ahumado o salado (estos últimos, sin cocción anterior). Si no se puede evitar el tomar así el pescado, habrá de tomarse ciertas medidas preventivas:

- Si el pescado va a ser consumido crudo, debe congelarse previamente. La legislación de la Unión Europea requiere que el proceso de congelación previo al consumo del pescado crudo alcance los -20 °C, por un período de 24 horas en todas las partes del pescado. En el caso de los Estados Unidos, la FDA requiere que el pescado sea congelado a -20 °C durante 7 días, o a -35 °C durante 15 horas. Estas temperaturas y tiempos se aplican para aniquilación de nematodos y cestodos. Para los trematodos no existen especificaciones legales, sino únicamente resultados experimentales que todavía necesitan confirmación.

- La pronta evisceración y lavado a fondo del pescado luego de su captura, limitan el pasaje de larvas de Anisakis simplex que puedan estar en la cavidad general del pescado, hacia los músculos. La evisceración no tiene importancia en el caso de parásitos enquistados en la musculatura del pescado.

- Para prevenir esas zoonosis parasitarias se recomienda la cocción de pescados y mariscos a 60 °C durante 10 minutos. Se necesitan más investigaciones para la confirmación de las temperaturas y tiempos de destrucción de los trematodos por el calor.

- Una medida adicional en la prevención de las infecciones de A. simplex consiste en la inspección visual a trasluz (o ”candling”) de los filetes de pescado. Sin embargo, este método no tiene una buena eficacia en el caso de ciertas especies (por ejemplo, pelágicos).

- Aplicación adecuada del Sistema HACCP (Análisis de Riesgos y Control de Puntos Críticos) con la especificidad necesaria a cada producto y parásito.

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